Cuestionario Guía para Visionado de fragmentos del film "Tango Feroz"
Cuestionario Guía para Visionado de fragmentos del film "Tango Feroz"
Cuestionario sobre el Radicalismo
1) ¿De qué sector social era Yrigoyen?
2) ¿Con que obstáculos se encontró Yrigoyen y con que sectores tuvo conflictos?
3) Desarrollar la/s relaciones de Yrigoyen con el Movimiento Obrero.
4) ¿Por qué se produjo la Reforma Universitaria y dónde radicaban sus cambios?
5) Desarrollar las diferencias sociales/políticas entre Yrigoyen y Alvear
Desarrollar la actividad que el día Lunes 28 la retiro.
Saludos
Merel
3.1 TT
DÍA: Lunes 4 de Septiembre
Integrantes:
Coveña, Valentina
Galean, Axel
Arancibia, Pablo
Ronald, Perez
Caudillo: Güemes
Integrantes:
Ledesma Aaron
Martinez, Lorenzo
Caudillo: Dorrego
Integrantes:
Máximo Virasoro y
Blas Martinez
Caudillo: Dorrego
Integrantes
Sol Ayude
Kriskobich, Emely
Benitez, Melanie
Caudillo: Quiroga
Integrante:
Mamani, Britany
Caudillo: Quiroga
Integrantes:
Abril, Szydlowski
Villalba, Melanie
Milena, Gonini
Vergara, Casandra
Caudillo: Rosas
Cielo Gomez
Gustavo caceres
Alan Escobar
Vladimir Villca Elias
CAUDILLO: ROSAS
Integrantes:
Sheila acuña
Nayla Ferreyra
Franco castillo
Aylen Gutiérrez
Bulacio, Maria
Caudillo: Urquiza
Exposición de Clase de Caudillos
3.3 TM
DÍA 1 MARTES 29
DE AGOSTO
1)Integrantes
Erick Chipana
Lucia Chaves
Cristhian Duarte
Caudillo: Güemes
2)INTEGRANTES
Romina Torales
Narella Ferreira
Isabella Contreras
Camila Torres
3) INTEGRANTES:
Milagros Baroli,
Santiago Cabrera
Nicole Planes
Valentino Grandi Bravo
DÍA 2
MARTES 5 DE SEPTIEMBRE
4)INTEGRANTES
Juana Balderramo
Sofia Ferreyra
Luca Tealdi
Natalia Araujo
5) INTEGRANTES
Antonella Mallorquín
Caudillo :Urquiza
CRONOGRAMA DE PRESENTACIÓN 3.4
DIA 1 VIERNES 18
GRUPO:
Leonardo Fernández
Luna
Alejo Cejas
Rostanzo
Jeremías Ronchi
Agustín Gasparini
GRUPO:
Alexia Buenanueva
Romina espinosa
Lautaro
García
Caudillo: Manuel Dorrego
GRUPO:
Marbellís Garcia
Perez Estrella
Puente Agustina
Zambrano Owen
GRUPO:
Galindo
Vergara
Caudillo: Facundo Quiroga
DIA 2 VIERNES 25
GRUPO:
Liz
Romero
Genesis Medina
Alma
Ponce
Sofía
Tutaglio.
Caudillo : Juan
Manuel de Rosas.
Ramiro Zacharski
Martin Yacub Natale
David G. Linares
Joaquín Ramos Minervino
Nahiara Cava
Caudillo: URQUIZA
GRUPO:
Achong Victor
Aguirre Cristian
Biglia Matteo
Mogrovejo Miguel
Jueves 31 EXPO ESQUÍU
Saludos
MEREL
Actividad de Historia Orientada
5º 2º TM Mg. Ignacio Merel
Artículo 1
Autores: Felipe Pigna y Mariana Pacheco.
Salvador Mazza nació en Buenos Aires el 6 de junio de 1886. Pasó parte
de su infancia en Rauch y concurrió más tarde al Colegio Nacional Buenos Aires.
Tras terminar el bachillerato intentó ingresar en la Escuela de Marina de
Guerra Argentina, pero no pasó la revisación médica. Quienes cortaron de cuajo
aquella primera vocación de Mazza ignoraban que tal decisión contribuiría a
engrandecer la historia de la medicina del país.
Quizás su página más conocida haya sido la de comprobar científicamente
la existencia del Mal de Chagas, la enfermedad descubierta por el científico
brasileño Carlos Ribeiro Justiniano das Chagas, pero ignorada por la comunidad
científica durante más de 20 años.
En efecto, en 1909, mientras investigaba sobre paludismo en Minas
Gerais, Chagas halló en la sangre un parásito, el Trypanosoma, al
que llamó cruzi en honor del investigador y epidemiólogo
brasileño Oswaldo Cruz, y vinculó la presencia de este parásito con diversas
alteraciones clínicas.
La enfermedad es transmitida por la vinchuca, una palabra de origen
quechua que significa “dejarse caer”, porque es así, dejándose caer de los
techos y paredes, como este insecto desciende de sus escondites por la noche
precipitándose sobre animales o personas. La vinchuca pica para alimentarse, pero
son sus heces las que suelen contener el parásito, que puede entrar en el
torrente sanguíneo a través de la picadura. En el largo plazo, el Trypanosoma cruzi causa
trastornos cardíacos, digestivos, neuronales, y hasta muerte súbita.
En 1912, el científico brasileño expuso su descubrimiento en Buenos
Aires, pero asoció erróneamente la presencia del parásito con alteraciones de
la glándula tiroidea, lo que le valió inmensas críticas y, peor aún, que su
descubrimiento fuera ignorado durante años.
La enfermedad está estrechamente vinculada a la pobreza, porque las
vinchucas, los vectores responsables de transmitir la enfermedad, se alojan en
las grietas de las paredes de adobe o en los techos de paja de los ranchos,
especialmente en zonas rurales. Chagas –que no llegó a disfrutar en vida la
consagración de su descubrimiento– señalaba con amargura: “Hay un designio
nefasto en el estudio de la Trypanosomiasis. Cada trabajo, cada estudio, apunta
un dedo hacia una población malnutrida que vive en malas condiciones; apunta
hacia un problema económico y social, que a los gobernantes les produce
tremenda desazón pues es testimonio de la incapacidad para resolver un problema
tremendo. No es como el paludismo un problema de bichitos en la naturaleza… Es
un problema de vinchucas, que invaden y viven en habitaciones de mala factura,
sucias, con habitantes ignorados, mal nutridos, pobres y envilecidos, sin
esperanza ni horizonte social y que se resisten a colaborar. Hable de esta
enfermedad y tendrá a los gobiernos en contra. Pienso que, a veces, más vale
ocuparse de infusorios de los batracios que no despiertan alarma a nadie…”[1]
Para
entonces, hacía tiempo que Mazza trabajaba en la investigación de diversas
enfermedades endémicas en el interior del país. Había realizado varios viajes
de perfeccionamiento a los más destacados centros científicos de París, Berlín,
Hamburgo y Londres. Trabajó durante unos meses en las filiales del Instituto
Pasteur de Argelia y de Túnez. En este último había trabado una estrecha
amistad con el prestigioso entomólogo y bacteriólogo Charles Nicolle[2].
En 1925, por iniciativa de Mazza, Nicolle fue invitado a la
Argentina por el Departamento Nacional de Higiene. Juntos viajaron por el norte
argentino investigando enfermedades como la brucelosis, el tifus exantemático y
la leishmaniasis tegumentaria americana. Nicolle, considerado “un segundo
Pasteur”, fue clave en el desarrollo de la carrera de Mazza, quien más tarde
dirá sobre su mentor: “conocerlo y encontrar al maestro que siempre había
deseado, fueron una misma cosa”[3].
Nicolle apoyó con firmeza el proyecto de Mazza de fundar un instituto
para la investigación y diagnóstico de las enfermedades endémicas americanas y
recomendó enfáticamente que tal organismo se ubicara en el interior del
país para evitar “que el fárrago de las metrópolis con sus intrigas dominantes
ahoguen el propósito de la institución y desvíen a los hombres de su empeño»[4].
El proyecto no tardó en hacerse realidad. En 1928, se creó oficialmente
en Jujuy, con el patrocinio del profesor José Arce, la Misión de Estudios de
Patología Regional Argentina (MEPRA), un organismo de extensión universitaria,
dependiente del Instituto de Clínica Quirúrgica de la Facultad de Medicina de
la Universidad de Buenos Aires. Ahí se instalaría Mazza, director de la
institución, junto a su mujer, Clorinda Brígida Razori, que lo acompañaría
hasta su muerte.
“El trabajo realizado por Mazza, en el marco de la MEPRA, fue decisivo
para la confirmación de la existencia de la enfermedad de Chagas.”
La MEPRA, emplazada en las afueras de Jujuy, realizaba estudios de
laboratorio para los casos clínicos y jornadas de extensión universitaria, y
practicaba experimentos con animales. En 1930 la institución lanzó su boletín
científico, que llegó a publicar 72 números con cientos de artículos.
El trabajo realizado por Mazza, en el marco de la MEPRA, fue decisivo
para la confirmación de la existencia de la enfermedad de Chagas, y significó
un gran avance en el estudio de sus síntomas, otorgándole relevancia
internacional.
Pero tenaz e inquieto como era, Mazza no se conformó con limitar sus
conocimientos a la provincia de Jujuy. Preocupado por conocer las enfermedades
en los lugares donde se desarrollaban, consiguió que le construyeran un vagón
de tren, especialmente diseñado por él, equipado con laboratorio y consultorio,
al que denominó E600. Así, pudo recorrer todo el país diagnosticando y curando
todo tipo de enfermedades.
En 1946 Salvador Mazza viajó a México como invitado especial a unas
jornadas de medicina. El 7 de noviembre se sintió mal y súbitamente sufrió un
infarto agudo de miocardio. Murió aquel día en la ciudad de Monterrey. Tras su
muerte, la MEPRA perdería su motor principal. Su disolución definitiva
tuvo lugar el 16 de mayo de 1959 por resolución del Concejo Superior de la
Universidad de Buenos Aires.
Según la Organización Mundial de la Salud, hay actualmente en el mundo
entre 6 y 7 millones de personas infectadas por Trypanosoma cruzi,
la mayoría de ellas en América Latina[5].
Es todavía hoy una de las endemias más expandidas y peor atendidas de la
región. Eduardo Galeano apuntaba su poesía hacia este problema con estas
palabras: “No estalla como las bombas, ni suena como los tiros. Como el hambre,
mata callando. Como el hambre, mata a los callados; a los que viven condenados
al silencio y mueren condenados al olvido. Tragedia que no suena, enfermos que
no pagan, enfermedad que no vende. El mal de Chagas no es negocio que atraiga a
la industria farmacéutica, ni es tema que interese a los políticos ni a los
periodistas. Elige a sus víctimas en el pobrerío. Las muerde y lentamente,
poquito a poco, va acabando con ellas”.
Referencias:
1 Vicente Larraga Rodríguez de Vera (editor), La
lucha frente a las enfermedades de la pobreza: responsabilidad y necesidad,
Bilbao, Fundación BBVA, 2011, pág. 73.
2 Más
tarde, en 1928, Charles Nicolle obtuvo el Premio Nobel de Medicina por sus
investigaciones sobre el Tifus Exantemático.
3 Paula
Bombara, Conociendo a nuestros científicos: Salvador Mazza, San
Luis, Universidad de La Punta, 2009.
4 Hugo
E. Castagnino, “Mazza y la lucha contra el Mal de Chagas”, en Revista Todo
es Historia, Nº 225, enero de 1986, pág. 14.
5 http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs340/es/
Fuente: www.elhistoriador.com.ar
https://www.elhistoriador.com.ar/salvador-mazza-una-vida-al-servicio-de-la-salud/
Artículo 2
Desenmascarando el fraude de la isla Huemul
Los gastos exorbitantes ocasionados por Ronald Richter en la isla Huemul
más la falta de resultados, crearon sospechas en el general Perón quien convocó
de urgencia al físico José Antonio Balseiro. Éste en pocos días desenmascaró a
quien, hasta entonces, se conocía como el "rey de la isla Huemul".
11 Junio,
2022
Después
de haber presenciado el despegue y el vuelo triunfal del Pulqui II, el general
Perón estaba dispuesto a doblar la apuesta para lograr su reelección en 1951 y
a tal fin no dudó en echar mano a su carta secreta, el “as” ganador, la ficha
que nadie esperaba y con la que iba a pasmar no solo al país sino al mundo,
conduciendo a la Argentina a un lugar prominente en la orquesta de las
naciones. El 24 de marzo, a través de la cadena nacional, anunció que en la
isla Huemul, allá en el lago Nahuel Huapi, se llevarían a cabo reacciones
termonucleares. La Argentina hacía su ingreso triunfal al exclusivo club de las
naciones que contaban con energía nuclear.
El
proyecto se había mantenido en tal secreto que los profesores de la Facultad de
Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires se dieron por enterados ese
mismo día. El gobierno no consultó a entidad científica alguna, considerando
que como opositores podían echar a perder el proyecto.
Durante
los años de guerra, Ronald Richter -después de una “accidentada” carrera
universitaria- se contactó con el ingeniero y diseñador de aviones Kurt Tank
(artífice del Pulqui) y le sugirió que sus aviones podrían volar con energía
atómica. La idea era tentadora y Richter quedó en el equipo del diseñador,
incluso cuando vino a la Argentina invitado por el gobierno justicialista. Fue
Tank quien le presentó a Richter al general Perón, y este quedó fascinado por
la magnífica posibilidad que tenía entre manos con este joven físico alemán
dispuesto a develar los secretos de la energía atómica en los confines del
mundo.
En
un momento de entusiasmo, el general anunció por cadena nacional que en breve
iban a poder entregar energía nuclear en botellas de leche. Una opción
maravillosa para un país que aún no se abastecía de petróleo.
El
presidente Perón le otorgó la nacionalidad argentina al doctor Richter, para
que después no fueran a decir que esta era una idea robada a los nazis. Para no
dejar dudas sobre la argentinidad del alemán, le concedió la medalla de la
Lealtad Peronista.
Richter
construyó una pequeña fortaleza en la isla del Nahuel Huapi, pero a medida que
pasaba el tiempo, el físico resultó ser un autócrata totalitario y paranoico,
un Führer en miniatura.
Por tres largos años Richter
ofreció informes confusos y triunfalistas haciendo uso y abuso de terminología
científica que atosigaba al general Perón y al coronel González, encargado del
proyecto. ¿Era verdad lo que decía el alemán?
Después
del histórico anuncio de Perón que conmovió al mundo y provocó que Estados
Unidos destinara unos dinerillos al estudio de la fusión nuclear, el gobierno
se puso impaciente después de varios meses sin ningún adelanto significativo.
El coronel González le dio a entender a Richter que la paciencia del gobierno
(y su dinero) no era infinita como la energía nuclear que él prometía obtener.
Lo
que parecía no tener límites era el caradurismo de Richter, quien pidió viajar
a Estados Unidos sin fines demasiado claros (en realidad, Richter nunca era
muy preciso). ¿Qué hacer? El general estaba en su laberinto. Pocos meses atrás
lo había condecorado al alemán con la medalla de la lealtad justicialista y le
había prometido una estatua en la Isla Huemul y ahora ¿no le concedía un
permiso para viajar?
Al
final le dijeron a Richter que no le permitirían el ingreso a Estados Unidos
por un tema de la embajada norteamericana y a continuación le anunciaron que el
5 de septiembre de 1952 cuatro científicos y veinte legisladores visitarían la
isla Huemul para valorar los adelantos de los trabajos. ¿Acaso era una
profecía autocumplida? El general solía decir que en Argentina cuando no se
quería hacer algo, se formaba una comisión, y esta tenía una desproporción
manifiesta. ¿¡4 científicos y 20 políticos!?
El
doctor José Antonio Balseiro (1919-1962) fue convocado de urgencia por el
gobierno y debió volar desde Inglaterra donde completaba una beca. Su tarea era
informar técnicamente sobre el estado de las obras en la isla Huemul. Balseiro
había egresado de la Universidad de Córdoba y escribió su doctorado bajo la
tutela de Guido Beck (profesor austriaco que también había sido docente de
Mario Bunge y Jorge Sábato). En 1950 le fue concedida una beca en la
Universidad de Manchester bajo la dirección de León Rosenfeld.
Al
Dr. Balseiro le llamó la atención el nulo cuidado con la radioactividad.
Richter era un delirante pero no un idiota, conocía perfectamente las secuelas
de la radioactividad y también sabía que no había radioactividad en su isla,
porque no existía ningún tipo de protección.
No
vale la pena entrar en tecnicismos, no había que ser un Nobel en Física para
darse cuenta de que esto era un delirio. El informe firmado por José Antonio
Balseiro y Mario Báncora (1918-2006) fue lapidario.
El
rey de la Isla Huemul fue depuesto y afortunadamente parte de sus
construcciones y equipos fueron utilizados por el Dr. Balseiro en el Instituto
de Física de Bariloche, que después de su muerte por leucemia -debida a las
exposiciones por radiactividad- llevó su nombre.
Curiosamente,
Richter no se fue del país y tampoco fue juzgado ni condenado. Se quedó
viviendo en Monte Grande, en un modesto chalet donde cada tanto concedía
reportajes defendiendo su gestión con la imprecisión que lo caracterizaba.
Murió en 1991.
Al
menos Richter permitió la fundación del que sería el Instituto Balseiro y dio
lugar a que Mario Mariscotti escribiese un libro magnifico (El secreto
atómico de Huemul) sobre sus desvaríos que también inspiraron una ópera
que lleva su nombre escrita por Esteban Buch y Mario Lorenzo.
Por
último, y no por eso menos importante, nos dejó la lección de lo que suele
acontecer cuando los políticos anteponen la ideolología a la ciencia, costo que
todos terminamos pagando tarde o temprano.
Extracto
del libro CIENCIA Y MITOS EN LA ALEMANIA DE HITLER (Ediciones
B) de Omar López Mato.
https://historiahoy.com.ar/desenmascarando-el-fraude-la-isla-huemul-n843
1) Ubicar temporalmente cada uno
de los proyectos.
2) Explicar brevemente en que consistió
cada uno de los proyectos
3) De desarrollarse satisfactoriamente
los proyectos cuales hubiesen sido las consecuencias.
4) En que espacios geográficos
se desarrollaron las investigaciones.
5) ¿Quiénes financiaron las
investigaciones?
6) Desarrollar el rol de los científicos
extranjeros en las investigaciones.
7) ¿Qué lugar ocuparon los científicos
y las Universidades Nacionales?
8) Teniendo en cuenta que la
orientación se vincula a la Ciencia y su
trayectoria en la historia Argentina, te pregunto: ¿ Cuál consideras debe ser
un campo de investigación el día de hoy según un inveteres o necesidad
colectiva?
FECHA DE ENTREGA 30 de Junio de 2023